La Mujer Puertorriqueña, su Salud Mental y la Resiliencia

Como nuestras hermanas caribeñas and otras Latinas en el mundo, la mujer puertorriqueña lleva la palabra resiliencia con cierto tipo de ‘honor.’ Desde pequeña nos dice que debemos evitar de quejarnos ya que “la vida es muy injusta.”

Y mientras hay quienes piensan ser fuerte en tiempos difíciles, hay que ver lo importante de enfocarnos en nuestra salud mental y emocional. Ser la super-mujer no significa olvidarnos del auto-cuido, mismo cuando estamos haciendo todo para cuidar de los demás.

Cuando uno se pone a pensar en que vivimos en un país inestable económicamente, donde el patriarcado aún existe (los femicides siguen), el impacto del huracán María  se siente todavía, el post Covid-19 pandemia – es ya mucho.

Y ni hablar de nuestro estatus colonial.

Claro, hay mujeres en todo el mundo que viven con retos y dificultades. Simplemente, es decir el enfoque de este escrito son las féminas de sangre borinqueña.

La Prioridad son Los Demás

Bernice Fuentes Cirino, una trabajadora social con 14 años trabajando con las comunidades en el noreste de Puerto Rico, nos habla de sus perspectivas: “En el transcurso de mi vida, tanto en el aspecto personal, como en el laboral, he visto como gran parte de las mujeres dedican su vida y esfuerzo a los demás. La figura femenina asume la responsabilidad del cuidado de otros (como madre, hija, hermana, familiar u otras áreas) descuidando en ocasiones su salud mental. El estar enfocadas en quienes le rodean les impide hacer conciencia de cuan afectada puede llegar a estar en términos emocionales y/o mentales; llevándole así ha poner en un segundo plano su bienestar, o postponer asuntos pendientes que le permitan atender su situación.”

Volviendo a huracán María, la tormenta de categoría 4 que atropelló al archipiélago el 20 de septiembre del 2017, se entiende de lo habla Fuentes Cirino.  Se dice que cerca de 1 millón de personas estuvieron 100 días sin luz. Viendo que más de 50% de la población del país (en aquel entonces) era féminas, uno solo puede imaginarse lo abrumador que era la situación.

En mi entrevista con una consejera profesional de salud mental, Marley Moreira-Rivera, pude ver lo importante de la salud mental de las mujeres en nuestra matria. “Nuestra cultura Puertorriqueña y latinoamericana tiende a priorizar el bienestar colectivo sobre el individual. Esta característica en particular muchas veces nos empuja a ignorar nuestras necesidades individuales con la pretensión de que el bien colectivo es más importante, suele pasar que se pierde el balance y muchas veces se pierde la individualidad. En muchos casos, este enfoque lleva a las mujeres a ser invisibilizadas, a muchas nos inculcan desde pequeñas que tenemos que hacer sacrificios “por la familia” y así comenzamos a adoptar roles que la sociedad nos pinta muy importantes y comenzamos a abandonarnos a nosotras mismas.” 

Hay otro detalle que toca Moreira-Rivera y se trata del silencio en nuestra cultura. Desafortunadamente sé muy bien a lo que se refiere ya que lo estoy viviendo con varias personas en mi familia. En mi caso se trata de romper el silencio sobre el abuso sexual de un primo cuando yo tenía 11 años. Hace par de meses decidí hablar de ese trauma y hubieron cuatro primas que se alejaron de mí poco después de haber escrito sobre eso en mis redes. Yo lo veo como su cobardía, egoísmo y falta de querer evolucionar (además de no apoyarme) al poner a la familia y sus propios miedos antes que mi salud mental y sanación emocional.

Sobre el silencio, dice Moreira-Rivera – 

 ¿Quién dicta que es debilidad? Generaciones de personas que por muchas décadas han ignorado problemas sociales y emocionales por la cultura del silencio, y así continúan criando bajo las condiciones de que ‘de eso no se habla’ o ‘la ropa sucia se lava en casa’ cada vez que se trae un tema que los pueda hacer vulnerables o que les requiera admitir que algo tiene que mejorar y cambiar.

Nuestra Salud Mental y La Brega

Hablando con la Dra. Ilia Rosario Nieves, Catedrática Decana Colegio de Ciecias de la Conducta y Asuntos de la Comunidad, en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, vemos también otras cosas relacionadas al tema de la salud mental de la mujer puertorriqueña. “El manejo del tiempo, la organización de las responsabilidades diarias y la identificación de recursos valiosos en el tema de la mujer constituyen áreas de estudio desde la pandemia. Están relacionadas con el autocuidado, del establecimiento de las prioridades diarias y la planificación de las actividades. La distribución de las tareas del hogar en el núcleo familiar es un ejemplo de cómo se puede manejar el tiempo. El delegar, buscar el equilibrio y poner límites fomenta la salud física-mental-emocional de la mujer.”

Nos recuerda Dra. Rosario Nieves la importancia del apoyo – “tanto el apoyo familiar como social posibilitan la organización de las responsabilidades cotidianas. Por lo que, el identificar personas claves como parte de ese apoyo es fundamental. El contar con grupos de apoyo comunitarios han posibilitado la resiliencia y el acompañamiento de la mujer en tiempos difíciles. La resiliencia femenina marca unos objetivos alcanzables combinado con una comunicación positiva, acepta el cambio como parte de la vida, ejecuta acciones decisivas y mantiene la esperanza.“

Es tan particular las realidades de vivir en Borikén que hasta tenemos una palabra (un verbo) para esto – BREGAR. Estar en la brega es una lucha constante – que si LUMA, que si el gobierno, que si los hoyos en las carreteras, que si el agua que se va, etc…Tanto así que en el 2021, la Boricua, Alana Casanova-Burgess y su equipo comenzaron un podcast, La Brega sobre nuestra resiliencia como pueblo. 

Hay tanto de que hablar sobre el tema, les dejo con estas palabras de Marley Moreira-Rivera – 

 Invertir en nosotras mismas es invertir en el colectivo, haciendo posible que como sociedad hagamos un cambio y dirigimos a una mentalidad diferente en que puedan expresarse emociones y situaciones sin ser minimizadas. Eventualmente fortaleciendo nuestra inteligencia emocional colectiva podemos lograr impactar y ayudar a reducir la violencia y criminalidad.

Hay que recordar que mismo siendo la Super Mujer, también necesitamos poner nuestra salud mental, emocional, física, espiritual (en todo sentido de la palabra) como prioridad. Es así como vamos construyendo una matria aún más hermosa para futuras generaciones de puertorriqueñes.